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En este momento de cambio y transformación digital a todos los niveles, el futuro profesional del derecho debe tener un conocimiento amplio de los aspectos jurídicos que el entorno digital está construyendo en su avance. La disrupción digital supone la necesidad de nuevos conocimientos y habilidades en el ámbito del profesional del derecho especialmente por lo que respecta a la necesidad de prestar servicios legales en el importante ámbito de la seguridad de redes y sistemas. Existe una clara demanda de perfiles legales que sean capaces de desarrollar sus funciones de asesoramiento legal a empresas en el cumplimiento del marco jurídico regulador de la ciberseguridad. Este nuevo bloque regulador, tanto europeo como nacional, se convierte así en parte relevante del derecho digital.
Existe ya un amplio, completo y bien estructurado marco regulador de la realidad digital en aspectos tales como la identidad digital, las plataformas digitales, la protección de datos, o la persecución del delito en la red. Ello supone que ya son muchas las disciplinas tradicionales del derecho que deben ser analizadas de nuevo desde esta óptica tecnológica para entender y conocer este nuevo entorno legal. El derecho administrativo, el procesal, el penal y el mercantil están quedando especialmente concernidos por estos cambios. Es una demanda del mercado, y en general de la sociedad que está viviendo un proceso de cambio sin precedentes por su rapidez y profundidad, disponer de profesionales cualificados en estas materias.
En consecuencia, de todo lo anterior, en el último año se ha producido una intensa y amplia actividad de regulación por parte de la Comisión Europea en el ámbito digital, que añade numerosas e importantes novedades al marco regulador ya existente a nivel europeo y nacional. Derivado de ello, la preocupación por alcanzar un adecuado nivel de ciberseguridad es una prioridad para gobiernos, empresas y ciudadanos.
Las empresas y los ciudadanos están sujetos a este marco regulador, y en los próximos años verán incrementadas sus obligaciones de cumplimiento legal en materia de ciberseguridad. Para adaptarse a este cambio, y para además hacer de esta obligación una oportunidad, es necesario conocer ese marco regulador y dotar a los futuros profesionales del derecho de las habilidades y conocimientos necesarios para prestar servicios legales adaptados a los tiempos que vivimos.
Además, este nuevo marco legal repercutirá en aspectos tan trascendentes como los contratos con terceros proveedores de productos y servicios digitales, los sistemas de identidad digital, o la gestión y producción de bienes y servicios considerados críticos en sectores como energía, telecomunicaciones, sanidad, transportes o sector financiero, entre otros.
En este sentido, los aspectos legales junto a los tecnológicos y humanos, exigen un enfoque nuevo, multidisciplinar pero con el foco puesto en la regulación, y cuya base sea la aproximación desde una triple perspectiva: tecnología, procesos y personas. Solo teniendo en cuenta esta aproximación completa a la regulación de la realidad digital se podrá con éxito dotar de una visión de conjunto de lo que está pasando ahora mismo en el ámbito del Derecho Digital y de la ciberseguridad.